La capsulitis adhesiva, también llamada “hombro congelado”, es una afección que aparece cuando el tejido conectivo que rodea la articulación del hombro se inflama de manera crónica y/o inespecífica, provocando el engrosamiento y endurecimiento de la cápsula articular. La capsulitis adhesiva provoca una disminución progresiva del rango de movimiento del hombro, tanto activo como pasivo, que acaba afectando de manera global al complejo del hombro. Puede ocurrir como consecuencia de un proceso inflamatorio: el revestimiento de la articulación desarrolla cicatrices que suponen una restricción para el movimiento; de un proceso propio del complejo del hombro, una enfermedad endocrina, enfermedad autoinmune u otras enfermedades sistémicas. Aunque con frecuencia, es de origen desconocido. Se desarrolla normalmente en 3 etapas: · Etapa dolorosa El dolor se desarrolla lenta y progresivamente y comienza, predominantemente, por la noche (dolor inflamatorio) o en los últimos grados de movimiento. El paciente podrá observar el dolor o restricción de movilidad en movimientos de la vida diaria tales como peinarse o ponerse el cinturón de seguridad en el coche (rotación externa y ABD); o abrocharse el sujetador o sacar la cartera del bolsillo trasero del pantalón (rotación interna y ADD) El dolor se mantiene en reposo o a la actividad (con los movimientos del hombro), puede empeorar en función del estado psicológico del paciente e incluso con los cambios de tiempo (el frío afecta más). Ésta etapa puede durar de 2 a 9 meses · Etapa adhesiva El dolor va disminuyendo pero la disminución de movimiento continúa hasta generar un patrón específico de movimiento, perdiendo más movilidad en las rotaciones y siendo mayor la rigidez en los últimos grados de movimiento. Disminuye notablemente el dolor nocturno y en reposo. En aproximadamente el 90% de los pacientes el dolor puede durar 1 o 2 años antes de remitir. Debido a esto, los pacientes generan importantes compensaciones músculo-esqueléticas viéndose alterado el patrón de movimiento del hombro. · Etapa de recuperación La recuperación es espontánea pero, normalmente incompleta. Se produce un marcado incremento de movilidad y eliminación del dolor. No siempre es resultado de una lesión específica y normalmente, el diagnóstico se obtiene tras la realización de una buena historia clínica, lo que marcará el diagnóstico diferencial de la capsulitis adhesiva con otras afecciones del sistema músculo-esquelético como la tendinitis del hombro, rotura del manguito rotador y/o artritis. Hay lesiones sistémicas que se asocian a la capsulitis adhesiva tales como diabetes, hipertiroidismo, lesión del plexo braquial, Parkinson… La mayoría de los pacientes con un capsulitis adhesiva presentan dolor durante la contracción resistida de todos los tendones del manguito rotador, durante las maniobras específicas destinadas a detectar pinzamiento subacromial o durante las maniobras que detectan la tendinitis de la porción larga del bíceps. Esto ocurre porque los generadores de dolor en capsulitis adhesiva pueden incluir la totalidad de los tejidos blandos extra e intra articulares de la articulación glenohumeral y el complejo escapulo-humeral. Por ello, es muy importante tener en cuenta todos los tejidos blandos que componen la articulación del complejo del hombro para su correcto tratamiento y evolución. El objetivo del tratamiento de la capsulitis adhesiva es la reducción del dolor y el mantenimiento del rango articular del hombro, siempre inicialmente con rehabilitación. Para ello, se deben utilizar maniobras suaves y lentas que estiren la cápsula, que mejoren la reducción de esa posibles “cicatrices” generadas, reduzcan la inflamación existente (como por ejemplo con diversas técnicas de electroterapia) y devuelvan el equilibrio normal al complejo del hombro y todo aquello con lo que se relaciona. Si el tratamiento rehabilitador no es satisfactorio, puede ser necesaría la administración de una infiltración articular de corticoide depot (trigon o similares), que ayudará a disminuir el componente inflamatorio y facilitar los ejercicios de fisioterapia. Si a pesar de todo ello persiste dolor y limitación, será necesario realizar una moviliación bajo anestesia , en algunos casos asisitida por artroscopia para poder liberar la articulación.